Recuerde siempre:


Lo que no se Conoce, no se Respeta y lo que no se Respeta, no se Ama.
No hemos echado en el olvido las palabras del administrador de la Reina de Cusa en la conversación que mantuvo con el diácono Felipe y que se perpetuaron en el Libro de los Hechos de los Apóstoles: "Señor, ¿Cómo puedo entender si no tengo a nadie que me lo explique?."

Ayúdanos a seguir sembrando semillas de esperanza.

Nuestro Horario

Tuesday, February 16, 2010

Miércoles de Ceniza

Miércoles de Ceniza
Una explicación breve de lo que consiste el Miércoles de Ceniza para nosotros los Católicos cristianos. Y con esto damos comienzo a cuaresma.

Sunday, February 14, 2010

6to Domingo de Tiempo Ordinario

6to Domingo de Tiempo Ordinario.
Jesús nos enseña sobre las riquezas del Cielo. Benditos los que tienen hambre que de ellos será el reino de los cielos.

Wednesday, February 10, 2010

CUARESMA, CAMINO HACIA LA PASCUA

El próximo miércoles 17 de Febrero da comienzo la Iglesia Católica, y en la mayoría de las Iglesias Reformadas, el Tiempo de Cuaresma, con la celebración del llamado Día de la Ceniza. Esta etapa del año se va a caracterizar por una serie de ritos y de costumbres marcadas por la penitencia, el silencio y la introspección interior. Es, a su vez, una de las etapas en el año que han dejado una huella más profunda en la vida religiosa del creyente.
La finalidad principal de esta etapa no es otra que preparar al seguidor de las doctrinas de Cristo a la gran fiesta de la Resurrección, a la Pascua.
Esta preparación tenía en sus primeros momentos una triple finalidad: preparar a los catecúmenos, esto es, a los candidatos a recibir el bautismo, para la entrada en la Iglesia a través de la recepción del sacramento del Bautismo; la penitencia pública de todos aquellos pecadores reconocidos como tales por la comunidad y que deseaban reconciliarse y volver a la misma; y finalmente, la preparación de toda la comunidad, pecadora o no, a la celebración del Misterio de Cristo Resucitado. Denominador común de este triple itinerario interdependiente va a ser la cuarentena de días que Jesús cumple en el desierto antes de lanzarse a la vida pública, como nos narra San Mateo en su Evangelio. El simbolismo bíblico de los cuarenta días, como período de prueba y tentación, de éxodo a través del desierto, pero también de gracia y de acción divina en favor de su pueblo, han sido decisivos para configurar la fisonomía de la Cuaresma cristiana.
El tiempo de Cuaresma no es anterior al siglo IV de nuestra era, y en muchos lugares se empieza a celebrar en siglos posteriores. Sin embargo, la celebración de la pascua tuvo siempre con una preparación, consistente en un ayuno de dos o tres días de duración.
En los primeros siglos del cristianismo tan sólo se celebraba la Misa en los domingos, pero se ayunaba todos los miércoles y viernes del año, excepto durante el tiempo pascual.
Esta es la razón por la cual el ayuno que precedía a la solemnidad de la Pascua, iniciado en realidad el miércoles precedente, terminó por abarcar la semana entera. Ya en el siglo IV este ayuno se extiende a otras dos semanas más, dejando los domingos, en los cuales de adultos, esto es, el proceso de preparación al Bautismo, cuya última etapa se desarrollaba las semanas precedentes a la Pascua. También es cuando mayor impulso recibe otra importantísima institución pastoral de la Iglesia antigua: la penitencia pública de los grandes pecados, con el rito de la Reconciliación de los penitentes en la mañana del Jueves Santo.
Aunque este modo de obtener el perdón de los pecados duraba varios años, lo mismo que el catecumenado, sin embargo, todos los años, al comenzar el período de preparación a la Pascua y a su término, en la mañana del Jueves Santo, se celebraban los ritos de entrada en el Orden de los Penitentes y el rito de la reconciliación respectivamente.
Entre una y otra celebración terminaron por transcurrir cuarenta días, sin duda por influjo del ayuno de Cristo en el desierto. A finales del siglo IV, en la comunidad cristiana de Roma ya se tenía así organizada la Cuaresma, participando en ella no solamente los catecúmenos y los penitentes, sino toda la Comunidad Cristiana. El rito de entrada en la Penitencia Pública es lo que ha dado origen a la celebración del Miércoles de Ceniza.

ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CUARESMA

En la actualidad el tiempo de Cuaresma dura desde el Miércoles de Ceniza hasta las primeras horas de la tarde del Jueves Santo. La llamada Misa de la Cena del Señor en la tarde del Jueves Santo, pertenece ya al Triduo Pascual. Dado que en la actualidad el Miércoles de Ceniza es día laborable, podemos afirmar que la Cuaresma, en sentido práctico, comienza el Primer Domingo de Cuaresma, que este año lo es el 21 de Febrero.
La Cuaresma, por tanto, va a descansar sobre los llamados I,II, III, IV y V Domingos de Cuaresma, añadiéndoles el Domingo de Ramos o de Pasión.
El Domingo de Ramos
se centra fundamentalmente en la lectura y meditación de la Pasión de Cristo, según cada uno de los evangelios llamados sinópticos.
A partir del Domingo V de Cuaresma, el llamado antiguamente Domingo de Pasión en que se ocultaban las imágenes al pueblo, se siguen manteniendo algunos aspectos que recuerdan las etapas antiguas de estas celebraciones.
Dentro de la Cuaresma, no solo a nivel popular y devocional, ocupa un lugar importante el primer día, el Miércoles de Ceniza, originalmente destinado a introducir a los penitentes en la penitencia pública, entre otros ritos, mediante la imposición de la ceniza. El gesto es de origen bíblico, como señal de luto y de dolor. Cuando en el siglo IX la Penitencia Publica de los pecadores empezó a dar paso a la absolución individual de los pecados, el rito de la imposición de la Ceniza, lejos de desaparecer, fue aplicado a todos los fieles.
Hoy en día la Ceniza es contemplada no tanto como un recuerdo de que el hombre es polvo, como lo expresa el Libro del Génesis, sino como un signo de una voluntad de conversión y de renovación interior.
La Cuaresma, con todas sus penitencias y sus oraciones, no ha estado ausente del folklore y de las tradiciones populares de todos los pueblos de tradición cristiana. Uno de los lugares donde esta etapa se hace presente de forma especial es en la mesa. Menús de Cuaresma los hay en todos nuestros pueblos hispanos, ocupando ciertamente un lugar especial todos aquellos platos elaborados a base de pescado, destacando entre todos estos el bacalao. Desde el potaje español hasta la fanesca ecuatoriana, pasando por el ceviche peruano y las habichuelas con dulce dominicanas, tenemos un amplio espectro culinario cuaresmal.
La definición de Cuaresma más curiosa que he oído fue aquella que un judío me dio, en cierta ocasión, en Jerusalén: La Cuaresma es el Ramadán de los Cristianos.
Tertuliasiglo21@aol.com

EL CARNAVAL, LA FIESTA DE LA VIDA

En los viejos relojes de pared, en los carrillones de las catedrales, suele aparecer el dicho latino de Tempus fugit, (El tiempo huye) queriéndonos indicar la relatividad del tiempo y de las cosas. El comienzo de un nuevo año le ha llevado al ser humano, no importa sus ancestros, a re- examinar las circunstancias de su existencia y a dar un grito de vida y de alegría.
En torno al Solsticio de Invierno (21 de Diciembre) tenemos una serie de fiestas de Invierno - o "Hiemales"- las cuales, en determinadas culturas, han sido consideradas como fiestas de comienzo del año. Cabe citar entre ellas las "Saturnales" y las "Lupercales" romanas, las cuales, a su vez, son herencia de las "Dionisíacas" griegas, asumidas en su casi totalidad en los "Carnavales", los cuales, entendidos de una manera genérica, se inician ya por estas fechas a través de las fiestas de "Locos" de "Asnos" de "Inocentes" etc.
Son fiestas de máscaras y disfraces, de inversión y hasta de subversión, del orden habitual, que pretenden significar ese cambio o novedad que trae el nuevo año.
La sociedad en que vivimos tiene muchos padres ideológicos, los cuales han ido configurándola. Desde René Descartes, con su Teoría de la Razón Pura, pasando por Juan Calvino y su Doctrina de la Predestinación, llegando al Siglo de las Luces y recalando en la Revolución Francesa, hemos recibido una serie de influencias, no todas negativas, las cuales nos han hecho olvidar nuestros ancestros. Y precisamente son la Fiestas del Carnaval las que nos deben de hacer volver a nuestros orígenes.
Mientras el ser humano ha sentido que, de una forma u otra, su vida se veía sometida a fuerzas sobrenaturales o preternaturales, el Carnaval ha sido posible. Desde el momento en que toda la vida se reglamenta, hasta la diversión- herencia de la Razón- atendiendo a razones de orden social, religioso, político, etc. convertimos el Carnaval en una mezquina diversión de casino, como afirma el antropólogo Julio Caro Baroja.
Desde el Renacimiento se piensa que el Carnaval procede de las Saturnales o también de las Lupercales o de las Fiestas Dionisíacas Griegas, celebraciones todas ellas del comienzo del año, como indicábamos más arriba.
En la ciudad de Roma se celebraba el 5 de marzo la fiesta de la Diosa Isis (la diosa femenina del culto egipcio de Osiris) Entre los actos propios de esta fiesta estaba el lanzar un barco al agua llamado currus navalis, de ahí que algunos antropólogos, sobre todo de orígen germánico, quieran ver la etimología de Carnaval.
En nuestro Siglo de Oro se acuña la expresión de Carnestolendas, -se ha de dejar la carne- Anteriormente, una de las grandes figuras de la Literatura Universal, el Arcipreste de Hita, presenta la gran batalla entre Doña Cuaresma, tiempo de austeridad y de sacrificio, y Doña "Carnal" precedente de los Carnavales.
Una de las características del Carnaval va a ser la ruptura con el Orden Social Establecido. Se van a permitir grandes libertades. Con máscara o sin ella el pueblo realiza toda una serie de actos los cuales, en circunstancias normales, no realizaría. Es, en definitiva, trastocar por un día, el orden social. El volver a ser un poco "salvajes" El celebrar la "Fiesta de Locos" como titula Harvey Cox, profesor en la Escuela de Divinidad de la Universidad de Harvard uno de sus libros, magnífico estudio sobre el Carnaval.
El Carnaval ha sido fuente de grandes creaciones artísticas, como nos lo muestran las obras de Goya, de Brueghel en la pintura; de Berlioz y Paganini en la música; de Zorrilla y del ya citado Arcipreste de Hita en la literatura, como nos recuerda el antropólogo vasco Julio Caro Baroja, probablemente el principal estudioso del Carnaval en nuestra cultura hispana.
Para poder comprender un poco el Carnaval debemos verlo a la luz del Cristianismo. En las sucesivas etapas en que la Fe Cristiana divide el Tiempo, aparecen los llamados tiempos litúrgicos, los cuales se encuadran dentro del llamado Año Litúrgico. En estos tiempos se celebran diversos aspectos del misterio de Cristo y de la salvación de los creyentes. El más importante, ciertamente, es la Pascua, el recuerdo y la actualización de la Resurrección de Cristo. Como preparación a ese hecho, los cristianos celebran y viven la Cuaresma, tiempo de cinco semanas durante las cuales se abstienen de toda celebración festiva. Es tiempo de austeridad, de reflexión, de penitencia. De abstención de carne- las Carnestolendas- De aquí que podamos ver la conexión entre el Carnaval y la Cuaresma.
Son la antítesis el uno de la otra. En palabras de Caro Baroja...porque el Carnaval (nuestro Carnaval) quiérase o no, es un hijo (aunque sea hijo pródigo) del Cristianismo; mejor dicho, sin la idea de la Cuaresma ( la Quadragésima) no existiría en la forma concreta en que ha existido desde fechas oscuras de la Edad Media Europea. ...un período en el que lo que podríamos llamar "valores paganos de la vida" estaban puestos de relieve, en contraste con el período inmediato, de duelo, en que se exaltaban los "valores cristianos"
En nuestra cultura hispana esta fiesta va a ocupar un lugar importante. Va a ser el mantener viva la luz de la vida y de la alegría. Nos viene a la memoria, siempre que hablamos de Carnaval el nombre de Río, borrachera de vida, de es.
Termino estas notas sobre el Carnaval, la Fiesta de la Vida, tomándole prestadas las palabras a uno de nuestros grandes escritores, Antonio Machado, quien afirmaba .. el pueblo, siempre que se regocija, hace carnaval. De modo que lo carnavalesco, que es lo específicamente popular de toda fiesta, no lleva trazas de acabarse... La esencia de lo Carnavalesco no es ponerse careta, sino quitarse la cara. Y no hay nadie tan avenido con la suya que no aspire a estrenar otra alguna vez.
Padre Tomas Del Valle-Reyes
Tertuliasiglo21@aol.com

Friday, February 5, 2010

5to Domingo de Tiempo Ordinario Febrero 7, 2010

5to Domingo de Tiempo Ordinario Febrero 7, 2010 La Pezca Milagrosa. Jesus escoge a sus Simon, quien luego conocemos como PEDRO.