Era una pareja la que salió de Jerusalén por la puerta de Gaza.
Era el atardecer de un día cualquiera. 
El miedo, la frustración y la rabia les sellaban los labios.
Llevaban un buen trecho caminando cuando se encontraron con un solitario viandante que, al parecer, había tomado la misma ruta.
La cara de tristeza y el desánimo de la pareja eran notorios.
Junto a ellos compartió el andar.
Y el conversar, Y los miedos.
Y las frustraciones.
Al llegar cerca de la casa los caminantes invitaron al extraño personaje a que compartiera techo y plato con ellos.
El quería seguir su camino.
Se lo impidieron. Al sentarse en torno a la mesa lo reconocieron.
Ese reconocimiento y esa escucha fueron fundamentales para ellos.
Sus vidas cambiaron para siempre.
Hace 20 años en NY, una mañana cualquiera salieron a la calle unos trabajadores, Habían dejado su tierra, su gente, su pueblo.
Los gallos que cantaban, el café puya, el pedir la bendición eran recuerdos y añoranzas de un tiempo que se fue.
Tiempo que fue malgastado en bebelatas, chismorreos, mentiras envidias y añoranzas... Pronto empezó ha oírse por el barrio un programa de radio.
La verdad que no tenía mucha audiencia.
Tan solo lo escuchaban las beatas del barrio. Pero de pronto fueron los presos que hablaban del programa.
Y los enfermos de SIDA, como Yadira o Samanta. Y María de Jesús desde la celda donde se malvive y sufre.
Y, cosa extraña, eran acogidos con respeto los evangélicos y pentecostales.
Los judíos y los musulmanes. Todos reunidos para escuchar, para dialogar, para discutir sobre la vida y la muerte, sobre el dolor y la alegría.
Allí no se juzgaba a nadie.
Ni se bochinchaba de nadie.
Lo mismo hablaba el director de un periódico que un taxista o un lavaplatos indocumentado
Han pasado los años de un proyecto, una aventura descabellada y loca como lo es el programa de radio LA TERTULIA DEL SIGLO XXI Hemos disfrutado y hemos llorado.
Pero sobre todo hemos hecho posible que la comunidad hispana se sienta unida, haya aprendido a compartir.
Haya salido de sus penas y tristezas Haya crecido en sus alegrías y esperanzas.
Y por todo eso tenemos que dar gracias.
A nuestro Padre Dios que nos ha hecho pasar noches oscuras, pero también amaneceres alegres y lindos.
Nos ha enseñado que compartiendo es la clave para reconocerlo en este mundo donde nos movemos somos y existimos.
No puedo olvidar a los devotos del Divino Niño que siempre nos han apoyado con sus oraciones y sus donativos.
A los feligreses tanto de Holy Cross como de St Columba que han sido el grupo de fanáticos que nos ha sostenido.
Y luego a tantas personas que han puesto en práctica lo que Mateo nos recuerda: “que no sepa tu mano derecha lo que hace tu mano izquierda”
Ellos y ella saben a quienes me refiero:
A TODOS GRACIAS MUY SINCERAS
Y Pal'ante es pa' yá
Padre Tomas Del Valle-Reyes
Descubriendo El Siglo 21
P.O. BOX 1170
New York, NY 10018
212-244-4778
917-499-9715 WhatsApp only
Radiosigloxxi@aol.com
www.descubriendoelsiglo21.com/
